¡Hay buenas noticias para los turistas a los que les guste pasar tiempo en la playa catalana de Altafulla! A partir de ahora, la playa estará equipada con estaciones especiales para recargar aparatos y dispositivos electrónicos, así como para "distribuir" Internet a través de Wi-Fi. Por cierto, esta es la primera playa de este tipo en toda Europa.
Parecería, ¿qué hay de malo en eso? Lo "más destacado" es que la estación utiliza la energía del agua: con la ayuda de la presión, se genera electricidad, que luego se suministra a las necesidades de los vacacionistas. El proyecto se denominó "Proyecto Agua Verde" y permite generar hasta 1000 kWh de energía anualmente. El coste de la innovación le costó al Ayuntamiento sólo 40 mil euros.
Tras considerar las útiles ventajas de la innovación, el Congreso "Smart Green Cities" llegó a la conclusión de que este proyecto piloto es muy prometedor y que en el futuro la tecnología dominada por los catalanes debería ser adoptada por otras zonas turísticas de Europa. La tecnología se basa en un principio similar al de un generador convencional instalado en una bicicleta. La energía se puede utilizar no solo para recargar sus dispositivos móviles y dispositivos, sino también para recargar la batería de los vehículos eléctricos.
